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TECNOLOGIA CONTRA EL CRIMEN


Ulises Kandiko

Experto en Seguridad e Inteligencia

Profesor Universitario, Argentina

12 de abril de 2024


Aunque parezca extraño una de las cosas más complejas a la hora de escribir un artículo es el título, es en ese espacio reducido de muy pocos caracteres donde debe quedar sintetizado absolutamente todo lo que se quiere exponer, un poco porque la inmediatez de las cosas hace que en breves segundos el lector decida si lee o sigue de largo. Este artículo no es la excepción, cuando empecé a escribirlo me sentía muy tentado en hacer un juego de palabras con el libro “Crimen y Castigo” de Fiódor Dostoyevski, poniendo como título algo así como “No es Crimen y Castigo, es Tecnologías y Crimen”, pero quién iba a detenerse a pensar en Fiodor y los desvaríos de quien escribe. Así que en resumen opte por lo básico y sencillo, hablamos de Tecnologías y como ayudan estas a combatir el Crimen.


Ahora sí, el problema es un tema general que sufren la mayoría de los Cuerpos Policiales de todo el mundo, para muchos es un problema endémico, para otros es algo relativamente nuevo, lo cierto es que los desafíos que deben encararse hoy día no tienen precedentes. La escasez de Personal (tanto uniformado como de apoyo), la reducción de los presupuestos para algunos, la mala asignación de presupuestos para otros y las críticas constantes por el accionar de los Cuerpos Policiales, pintan un panorama sombrío del futuro de la profesión policial y la lucha contra el delito.


El por qué la situación en cuanto a la lucha contra el crimen ha mutado tan drásticamente en los últimos años está abierta a discusión. Podremos asignar responsabilidad a la ineficiencia de los Cuerpos Policiales, a la corrupción (tanto policial como política), a la poliquetería barata que aun discute (en algunos países de Latinoamérica) si es Seguridad Pública o Seguridad Ciudadana, lo cierto es que mientras tanto el delito avanza a pasos agigantados. En esta oportunidad vamos a centrarnos en los Cuerpos Policiales, las tecnologías y el Crimen.


Los Cuerpos Policiales buscan distintas formas de combatir la delincuencia de forma eficaz con menos personas y recursos. Los métodos históricos de represión del crimen giraban en torno a la presión y la fuerza: cuando se producía un aumento del crimen, la respuesta de los Cuerpos Policiales era enviar docenas o cientos de Agentes Policiales al área como demostración de fuerza. El resultado era un aumento dramático de inspecciones de vehículos y transeúntes, generando bajo resultado operativo concreto y un alto nivel de rechazo por las comunidades que se sentían atacadas en vez de protegidas. Esta táctica no hizo más que exacerbar el problema en muchos casos, ya que muchos ciudadanos inocentes quedaron atrapados en el proverbial punto de mira. En lugar de convencer a los ciudadanos para que ayudaran, a menudo los puso en contra de la policía, lo que provocó aún más fricciones.


¿Entonces, cuál es la solución? ¿Cómo se adaptan los Cuerpos Policiales a un mundo cambiante con menos recursos, más delito y mayores exigencias de la comunidad? Para encontrar la respuesta nada mejor que parafrasear al gran maestro Sun Tzu que decía “si conoces a tu enemigo y te conoces a ti mismo, no deberías temer el resultado de mil batallas. Si te conoces a ti mismo, pero no a tu enemigo, por cada batalla que ganes sufrirás una derrota, y si no conoces ni al enemigo ni a ti mismo, perderás todas las batallas”, con esto en mente nos es en extremo necesario tener una comprensión básica de cómo piensa un potencial delincuente.


El crimen es una elección

Cuando se analiza por qué una persona comete un delito, todo se reduce a un concepto simple: el individuo elige cometer un delito. Con la excepción de aquellos que padecen enfermedades mentales y no distinguen entre el bien y el mal, la gran mayoría de las personas que participan en actividades delictivas toman decisiones conscientes para hacerlo. Ahora bien, el razonamiento detrás de sus decisiones puede involucrar una serie de factores, como su origen socioeconómico, factores ambientales, creencias personales y otros. Pero, en general, cuando se comete un delito, hay una reacción emocional que lo impulsa o un deseo de cometerlo, nuevamente traigo a colación “Crimen y Castigo” que recomiendo su lectura para tener una experiencia más sobre este tema de conocer la mente del delincuente; sin perjuicio de esto los Cuerpos Policiales nunca podrán controlar las emociones o los deseos, por lo que abordar estas dos cosas directamente es una imprudencia.


Una forma de detener de manera realista la emoción o el deseo en la mente de un delincuente potencial es la creencia en las consecuencias inmediatas, cabe aclarar que en este punto en concreto no estamos hablando de delincuente como ofensores sexuales o asesinos seriales cuya patología es algo más compleja. Si la creencia de un individuo en las consecuencias es mayor que su desencadenante emocional o su nivel de deseo de cometer un delito, entonces el individuo optará por no cometer el delito. Un ladrón ponderará el premio versus el castigo si falla en su hecho delictivo.

En el combate contra la delincuencia una de las acciones en las que deben hacer foco los Cuerpos Policiales es la de tratar de establecer la creencia de que las consecuencias se producirán de manera muy precisa para los delincuentes potenciales y al mismo tiempo excluir a los ciudadanos inocentes de cualquier aplicación colateral, si bien es cierto que la Justicia será la que enjuicie y disponga la pena, no es menor cierto que son los Cuerpos Policiales los que harán tanto la prevención como las acciones de investigación criminal. Fácil de decir complicado de hacerlo, pero entonces ¿cómo lo logramos?, y la respuesta la vamos a encontrar mediante el uso eficaz de la tecnología.


¿Cómo puede ayudar la tecnología?

La vigilancia policial impulsada por la tecnología es el proceso de utilizar la tecnología para interrumpir de manera proactiva e investigar el crimen de manera reactiva. La integración de herramientas como cámaras de transmisión en vivo, cámaras de lectura de patentes vehiculares (LPR por sus siglas en inglés), sistemas de detección de disparos, drones y otras tecnologías permite a las autoridades hacer algo que no ha sido posible en el pasado: ser extremadamente precisos. Por eso los Centros contra el Crimen en Tiempo Real (RTCC por sus siglas en inglés) se están volviendo tan importantes. Sin una ubicación centralizada para gestionar y utilizar la tecnología, los Cuerpos Policiales no maximizarán el retorno de su inversión.


Para utilizar la tecnología para combatir el delito y establecer esa creencia en las consecuencias en la mente de los delincuentes potenciales, se necesitan cuatro ingredientes:

1.    La Tecnología adecuada para abordar el problema.

2.    Atención inquebrantable al problema.

3.    Coherencia en la aplicación de la ley.

4.    Seguimiento.


Tomemos como ejemplo un mercado ilegal de drogas al aire libre. Muchos Cuerpos Policiales y Agencias especializadas conocen y tienen en sus jurisdicciones lugares donde se congrega el elemento criminal. Son lugares casi universalmente iguales en todas partes, es decir lugares con alta criminalidad que experimentan tanto delitos contra la propiedad como violencia. En el pasado se han utilizado numerosas estrategias para combatir estos lugares. Un enfoque tecnológico para este problema siguiendo las cuatro reglas anteriores requeriría los siguientes pasos:


1. Relacionar la tecnología con el problema.

El primer paso para acabar con un mercado ilegal de drogas al aire libre con un enfoque impulsado por la tecnología es comprender el problema. ¿Los compradores llegan al lugar a pie o en vehículos? ¿Los comerciantes están vendiendo en la calle, en un estacionamiento, en un callejón, una plaza o en algún otro lugar? ¿Qué otros tipos de delitos están ocurriendo en el lugar?


Supongamos que los compradores de drogas se acercan al lugar tanto a pie como en vehículos. Lo primero que se debe establecer es una forma de monitorear la ubicación las 24 horas del día en tiempo real, por lo que se debe instalar una cámara abiertamente fija o domo o combinación de ambas. La cámara no debe estar oculta: ser visible es parte del proceso.

Además, dado que se utilizan vehículos, la ubicación debe estar rodeada de cámaras LPR fijas para alertar sobre cualquier vehículo robado o buscado, además de desarrollar pistas sobre cualquier delito penal relacionado con los vehículos en la ubicación. Por último, se deben desplegar dispositivos de detección de disparos alrededor del lugar para alertar a los Policías sobre disparos o descargas de armas de fuego. Estas tres capas de tecnología son la base para abordar quirúrgicamente este problema.

 

2. Atención inquebrantable al problema.

El segundo paso es monitorear activamente todo lo que ocurre en el lugar a través de tecnología en capas, con el objetivo de detectar delitos en tiempo real. Este esfuerzo tiene que ser consistente, ya que eso es clave para establecer la creencia en las consecuencias. Si se ignoran algunos delitos, el proceso lleva mucho más tiempo. Sólo a través de una atención inquebrantable a lo que está ocurriendo podrá afianzarse este proceso.


3. Coherencia en la aplicación de la ley.

Una vez que se detecta un delito, ya sea a través de una de las cámaras desplegadas o se recibe una alerta emitida por la LPR o por el sistema de detección de disparo, la respuesta y la aplicación de la ley deben ser inmediatas. El aspecto más importante de un enfoque tecnológico para la mitigación del delito es ser coherente con la respuesta y la aplicación de la ley. Ésta es la única manera de establecer la creencia en las consecuencias. Además, se debe informar a las personas detenidas que la respuesta se debió a que sus acciones fueron observadas por cámara o mediante tecnología. El objetivo es establecer que cualquier acto delictivo será visto desde las cámaras y la aplicación de la ley será inmediata.

Paralelamente informar a la comunidad, ya que es una forma de rendir cuentas respecto de los resultados obtenidos con los fondos asignados y ejecutados.


4. Seguimiento

Suponiendo que se haya seguido con los tres pasos anteriores y se haya mantenido constante y alerta, lo más probable es que comience a ver una dramática desaceleración del crimen en el lugar. Se correrá la voz de que el lugar está siendo fuertemente monitoreado y que cualquier delito se enfrentará con una rápida acción Policial. Es probable que el elemento criminal abandone el mercado y se dirija a otro lugar, donde debería repetir la misma táctica. Sin embargo, la tecnología en la primera ubicación no debe eliminarse, o se corre el riesgo de que la ubicación sea reocupada.

En este punto, los dispositivos se han convertido en una herramienta que contribuye a la creencia de que habrá consecuencias por la actividad delictiva. Por eso es necesario que sean abiertos y no ocultos: al ser visibles, pueden convertirse en un elemento disuasivo, pero sólo si se han seguido correctamente los pasos anteriores. Sólo si sigue adelante y continúa asegurándose de que la ubicación no se vuelva a ocupar permanecerá cerrada para siempre.


Este concepto puede ampliarse más allá de un mercado ilegal de drogas al aire libre, pero a medida que se expande se vuelve aún más importante para la Policía garantizar que existan políticas, procedimientos y transparencia con la comunidad. Hay pocas razones para ocultar las capacidades de la tecnología policial, y hacerlo sólo invita a la percepción de que los Cuerpos Policiales y las Agencias de lucha contra el delito están haciendo un mal uso o abusando de la tecnología. Sólo haciendo de la comunidad un socio en esta misión podrá tener verdadero éxito.


Cerrando ideas

Seguir estos pasos producirá resultados reales y mensurables a partir de la tecnología. El simple hecho de tener tecnología sin un aspecto específico del accionar policial y la aplicación de la ley producirá frustración y una suposición inexacta de que la inversión fue en vano. A medida que la tecnología se implementa en un Cuerpo Policial o Agencia de lucha contra el delito se debe comenzar a cambiar su enfoque hacia la respuesta tecnológica.


El uso de la Tecnologías es fundamental y transversal a todas los Cuerpos Policiales o Agencias de lucha contra el crimen, pero no habrá de perderse de vista que el elemento más valioso que posee todo Cuerpo Policial o Agencia es su propio personal, el factor humano seguirá siendo el factor decisor en toda acción. Es por ello por lo que a la par de invertir en tecnologías es fundamental la capacitación, reentrenamiento y cuidado del Personal Policial.




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